Cómo optimizar el proceso para alcanzar tus metas

El estado de completa absorción con la acción del momento

Existe un estado del ser humano al cual podemos llamar su estado óptimo.

En este estado, todas las acciones, emociones y pensamientos que nacen de él están completamente alineadas hacia un mismo foco u objetivo.

No nos afecta la distracción y el ruido externo.

Es un estado de completa absorción con la acción del momento, de sincronicidad con nuestro propósito y conexión con el camino para expresarlo.

Nada de lo que nace de este estado sobra, nada se desperdicia.

Las palabras correctas fluyen, las ideas, soluciones y acciones son las óptimas para responder a cada situación de la mejor manera.

En ese estado, nos conectamos con una inteligencia superior dentro de nosotros que nos guía; es diferente a la rigidez del control de la mente, es el fluir de la ola conectada a los movimientos del océano.

De ese estado de claridad y conexión, la voz de nuestro ego, nuestra identificación con nuestra historia, pasado, suposiciones y concepto de ‘Yo Soy’ separado del resto, pierde su fuerza y tiende a desaparecer junto con nuestra percepción del tiempo.

No existe el pasado ni el futuro, sólo el ahora. No hay espacio para el juicio, la voz de crítica, queja y duda que nos gobiernan.

Es en la absorción y concentración completa con el momento, donde nos olvidamos de todo lo que nos divide del momento. 

Es hacia este estado que, con la práctica y la búsqueda constante que iniciamos hoy, queremos progresar.

Paso a paso, un ladrillo a la vez.

Esta es nuestra estrella norte de lo que es posible si:

  1. Nos comprometemos con un camino y una práctica a desarrollar  

  2. Comenzamos a avanzar de manera estratégica, utilizando nuestra experiencia para aprender del proceso y mejorar constantemente nuestro entendimiento, intención y acción 

  3. Avanzamos con coraje y disciplina, arriesgando hacer las cosas de una manera distinta  más efectiva a cómo las veníamos haciendo.

En los siguientes correos, vamos a explorar cómo empezar este camino y sostener un proceso para liderar nuestra vida desde estos estados de conexión y claridad.

Muchas veces nos comprometemos con algo y no lo ejecutamos. 

Leer esto, por ejemplo, nos da una motivación inicial, un deseo y un empuje al sentir que es algo importante, que queremos construir...

Pero cuando nos encontramos con el reto que significa aprender algo nuevo, la dedicación, el tiempo que tenemos que invertir en desarrollar una habilidad… salen cosas en nuestra vida, urgencias y necesidades del momento, que hacen que eso que dijimos era importante pase a un segundo plano hasta que lo dejamos abandonado y se convierte en un proyecto inconcluso más que agregar a la lista. 

Solo podemos fallar cuando abandonamos lo que empezamos o cuando dejamos de mirar nuestro proceso para reflexionar dónde podemos cambiar y mejorar. Estas acciones son sintomáticos de tomarnos nuestras acciones, falta de progreso y resultados cómo algo personal. Cuando dejamos de crecer, de indagar, de investigar, de aprender y cambiar, ahí, fallamos.

La naturaleza no se apura, y sin embargo todo lo logra.

Lao Tse

El camino del guerrero es el camino de vernos con honestidad, de aceptar quienes somos, nuestra experiencia del momento y trabajar con ella para evolucionar todo lo que no nos deja fluir a expresar nuestro potencial, y verdadera naturaleza para vivir desde ese estado de conexión. 

El primer paso en ese camino, es la consciencia: la capacidad de observarnos objetivamente, cómo desde afuera, y es  esta la habilidad que, juntos, en los siguientes correos, vamos a empezar a desarrollar. 

Apoyándote en tu camino,

Santiago